En los últimos años en Bolivia se han realizado múltiples y variadas elecciones (desde las que se hicieron para elegir autoridades hasta las que fueron revocatorias y referendos), que no han alcanzado para establecer una convivencia pacífica entre su variada población y otorgar mayor solidez a su sistema político. El riesgo de una secesión y hasta una guerra civil se menciona cada vez más frecuentemente por su complejo escenario político, económico y social. Sitio al Margen ha entrevistado al reconocido analista político, periodista e historiador, Rosendo Fraga, Director del Centro de Estudios Unión para la Nueva Mayoría (www.nuevamayoria.com), para acercar a sus lectores un análisis agudo alejado de los lugares comunes con los que se suele explicar la complicada situación en Bolivia. La entrevista fue realizada en forma conjunta por Pablo Rodríguez Leirado y Gabriel Cortés.
Sitio al Margen: A su juicio, ¿existe un análisis profundo de la compleja situación étnica de Bolivia o simplemente se la presenta como una confrontación entre “blancos” o una oligarquía de origen europeo (los autonomistas) contra los “indígenas”, así generalmente encuadrados? ¿Cuáles son para Ud. los matices más ignorados de la extraordinariamente compleja situación boliviana?
Rosendo Fraga: La situación boliviana, es compleja y no permite las interpretaciones simples de pobres-ricos, derecha-izquierda o indios-blancos. La realidad es que hay bolivianos de origen europeo en ambos bandos, como lo muestra por un lado el Vicepresidente de Morales (García Linera, cuyo origen europeo es inocultable) y por otro lado uno de los cuatro prefectos opositores, la de Chuquisaca (Sabina Cuellar), es una indígena con muy poca educación. El factor regional, juega un rol importante, la energía también y la cultura es decisiva. Quizás la clave sea que los cinco departamentos del oriente, con un tercio de la población y dos tercios del PBI, podrían ser un país sudamericano promedio del MERCOSUR original, mientras que los cuatro departamentos del occidente, con dos tercios de la población y sólo un tercio del PBI, podría ser el país más pobre de América Latina, con la sola excepción del Haití. Desde esta perspectiva, quizás el conflicto boliviano se parezca al que se plantea en Italia entre el norte (Lombardía) desarrollada y con influencia austriaca y el sur (Nápoles) subdesarrollado y con influencia africana.
SAM: En el artículo que ud. publicó el pasado 16 de septiembre en el portal de Nueva Mayoría (www.nuevamayoria.com.ar), afirma que Evo Morales “está perdiendo el monopolio del indigenismo dentro de Bolivia. El quinto Departamento en manos de la oposición es Chuquisaca, cuya prefecta, Sabina Cuellar, es una indígena que sólo sabe leer y escribir y tiene una firme oposición a Evo, coincidiendo con los autonomistas. Mientras el Presidente pertenece a la etnia aymará, Cuellar es de la quichua, enfrentada desde antes de la llegada de los españoles.” Esta particular y compleja situación ¿es comprendida aquí en la Argentina y en el mundo entre quienes se congratulan por la presidencia de una persona de origen indígena en Bolivia?
RF: Morales no es el primer presidente indígena de Bolivia. Hubo varios que eran indígenas tanto en el siglo XIX y el XX. Pero es el primero indigenista, que reivindica las llamadas naciones indígenas, con su religión, lengua y sistema judicial. El indigenismo, tiene un conflicto inevitable con la población indígena, con la religión. Es que la mayoría de los indígenas bolivianos siguen siendo católicos, con las formas de culto sincréticas que se fueron dando desde el siglo XVI. Cuando Evo con su propio cuchillo sacrifica animales a la Pachamama, está realizando una ceremonia del culto Aymará, pero que no es compartida por la mayoría de los indígenas de esta etnia, que son católicos. Evo ha impulsado el desarrollo de las llamadas naciones indígenas que a la llegada de los españoles en el actual territorio bolivianos eran los aymaraes, a los que pertenece Evo, los quichuas, a los que pertenece Sabina Cuellar y los guaraníes, etnia con menos población. El impulso a estas naciones, ha traído como consecuencia que resurjan también sus conflictos ancestrales, como las guerras entre aymaráes y quichuas prehispánicas.
SAM: En los sectores autonomistas se presentan muchas expresiones que llevan la cuestión federal y autonómica más lejos hasta llegar a manifestaciones de abierto separatismo ¿Hay posibilidades reales de secesión en Bolivia o es una amenaza de los sectores autonomistas como una dura estrategia de negociación? ¿Qué tan lejos o tan cerca puede estar Bolivia de una guerra civil?
RF: El proyecto autonomista, es un sistema federal al estilo de la constitución brasileña, que da fuerte autonomía económica a los estados. La secesión no es un proyecto deseado, pero la historia muestra que las crisis suelen escalar por errores de cálculo y esto puede pasar en Bolivia. En el siglo XX, hablar de secesión parecía algo del pasado. Pero en el siglo XXI no es así. Hemos visto como el año pasado tuvieron éxito dos proyectos secesionistas en el territorio europeo, habiéndose creado dos países nuevos, Kosovo y Montenegro. Este mismo año, hemos visto la creación de otros dos países nuevos en Europa, Osetia del Sur y Abjasia en Georgia, con una población de 300.000 habitantes en el primer caso y 200.000 en el segundo. Hoy la secesión ha pasado a ser un escenario posible y es convalidado internacionalmente por las grandes potencias. En cuanto a una guerra civil en Bolivia, pienso que puede darse un enfrentamiento sangriento pero no veo condiciones para una guerra civil prolongada, como sucedió en la década pasada en los Balcanes con la disolución de Yugoslavia.
SAM: Es ampliamente conocida la crítica de Evo Morales, y de muchos líderes hispanoamericanos a los EEUU, que incluyó la expulsión del embajador acusado de intervenir en la política boliviana. La abierta intervención de Hugo Chávez en las cuestiones boliviana ¿le suma o le resta a Evo?
RF: Chávez, subestimó el nacionalismo boliviano, como hace cuatro décadas lo hizo también el Che Guevara. El anuncio del presidente venezolano de que enviaría tropas para respaldar a Evo y su intimidación a los militares bolivianos a que actuaran en su apoyo, terminó siendo contraproducente y generó problemas con las Fuerzas Armadas bolivianas, que exigieron a Morales que intimara a Chávez a una rectificación pública. La intervención del líder venezolano, implico costo político para López Obrador en la campaña electoral mexicana y para Humala en la peruana. En el conflicto entre Guayaquil y el presidente Correa en Ecuador, también el rol de Chávez ha sido negativo, ya que esta región decidió prohibir la entrada del embajador venezolano en un gesto inédito.
SAM: ¿Hay posibilidades que ante la crisis interna Evo Morales apele a un conflicto externo para provocar una mayor cohesión social a su presidencia, como podría ser el prolongado y aún no resuelto litigio con Chile por la salida de Bolivia al Océano Pacífico u otro problema de relaciones exteriores?
RF: En cuanto al conflicto con Chile, en la campaña de Evo que culminó con la caída de Sánchez de Lozada, la histórica actitud anti-chilena de Bolivia, jugo un rol importante. Como opositor, Morales fue muy anti-chileno, pero como presidente cambió. Mantener el apoyo de los presidentes de UNASUR es vital para Evo y por ello es poco probable que por ahora busque utilizar el nacionalismo boliviano anti-chileno a su favor, porque ello implicará quebrar el apoyo de los gobiernos de la región que le ha sido favorable.
SAM: La reunión de los presidentes de Unasur (Unión de Naciones Sudamericanas) en Santiago de Chile el pasado 15 de septiembre convocada por la presidenta pro tempore de la Unión, Michelle Bachelet otorgó un amplio apoyo a Evo Morales. En las próximas elecciones en Chile, que si bien son municipales, se presenta una ruptura en la coalición gobernante que actualmente lidera Bachelet, la Concertación Democrática, que de prolongarse en las elecciones presidenciales a fines del 2009 o inicios del 2010, podría poner en riesgo el éxito electoral de la alianza de partidos de centro izquierda que gobiernan desde 1990. Un triunfo opositor en Chile, de los sectores de centro derecha y derecha, como Renovación Nacional y la Unión Demócrata Independiente (quienes se presentan juntos en las municipales como Alianza por Chile), ¿cómo afectaría la relación con el gobierno de Evo Morales?
RF: Un triunfo de la derecha en las elecciones chilenas, ya sean locales o nacionales, es un factor negativo para Morales, porque puede debilitar el apoyo del gobierno chileno a su favor y puede enfrentar una posición más nacionalista por parte de dicho país en el conflicto por la salida al mar.
SAM: ¿Cuál es la postura actual de estos sectores de la derecha chilena ante Evo Morales?
RF: La derecha chilena ha criticado a la Concertación por ser demasiado flexible frente a Venezuela, Argentina y Bolivia. Los problemas derivados del suministro gas, que producido en Bolivia llega a Chile a través de Argentina y la imposibilidad que tuvo Bachelet de resolver el problema, es uno de los temas preferidos de la oposición en política exterior.
SAM: Retomando la cuestión de la proclamada estrategia de intervencionismo de Hugo Chávez en Bolivia y a la luz de la persistente escalada en la compra de armamentos por parte de Venezuela, podemos conjeturar que Chávez necesita políticamente un foco de conflicto en el subcontinente para afirmar su supuesto liderazgo en la región o para fortalecer su frente interno en Venezuela?
RF: Chávez busca liderar la posición antinorteamericana, no sólo en la región sino también a nivel internacional. Las maniobras aéreas y navales que esta realizando con Rusia y el acuerdo de cooperación nuclear con dicho país, muestran que está dispuesto a ir más allá de la región. Frente a la crisis financiera internacional, ha propuesto un frente financiero de China, Rusia, Irán, Bielorusia y Venezuela. Cabe señalar que Evo, anunció que reemplazará la asistencia de EEUU contra la droga por la de Rusia, incluyendo la entrega de 5 helicópteros. La vinculación de Bolivia con Irán y con Rusia, es consecuencia del la influencia de Chávez en Bolivia.
SAM: ¿Podemos afirmar que esta complicada situación en Bolivia, se presenta como un duro reto para el liderazgo regional de Brasil? ¿Es posible que desde Brasilia se puedan contener y fiscalizar las acciones de Hugo Chávez?
RF: La crisis boliviana y la presencia militar rusa en la región, que se dan en forma simultánea, constituyen el primer desafío concreto al liderazgo regional de Brasil, en momentos que Washington se lo delega de hecho. La cuestión ahora es saber si Brasil, que con lógica aspira al liderazgo regional, está dispuesto a pagar los costos que ello implica.